La cabeza hurtada de Francisco Villa

El 20 de Julio de 1923 fue el día en que el General Francisco Villa murió en una emboscada junto a varios de sus hombres que fungían como su seguridad, tres años después de su muerte una cosa insólita  había ocurrido en el cementerio municipal de Chihuahua, se trataba que la tumba de Villa habías sido profanada para robar su cabeza. Hasta el día de hoy las razones que habría llevado a alguien a cometer semejante acto es todo un misterio al igual que aún se desconoce el autor de estos hechos. 



Venganza de Álvaro Obregón
A lo largo de todo este tiempo son tres versiones las que más circulan sobre estos sucesos, una de ellas y la más aceptada habla sobre una simple venganza de uno de sus más grande rivales durante la revolución, se cuenta que Álvaro Obregón como acto de venganza por el brazo  que perdió durante los sangrientos combates de Celaya mandó a Francisco Durazo Ruiz a profanar la Tumba de villa para robar su cráneo. Aunque esta versión puede ser la más aceptada a causa de la gran rivalidad entre Villa y Obregón,  sería ilógico pensar como es que Obregón le podía guardar tanto rencor si fue él mismo  quien lo derrotó de una manera humillante,  por otra parte el brazo que perdió ni siquiera fue por causa de las tropas enemigas o la artillería de Villa, sino que fue por un accidente cometido por él mismo, lo que sucedió aquél 3 de junio de 1915 fue que una de sus granadas le detonó accidentalmente hiriéndolo gravemente lo que causó que le amputaran el brazo por completo (aunque existen otras versiones que hablan que en realidad la causa de su perdida del brazo fue por las tropas enemigas), tanto era el sufrimiento que le causaba la herida que intentó quitarse la vida él mismo con un disparo pero sus compañeros lo detuvieron antes de que cometiera tal suicidio. En todo caso  es más creíble que villa fuese el que le  tuviese más rencor a Obregón ya que fue él quien lo sacó literalmente de combate y reduciéndolo de un gran General de División a un guerrillero. Lo que nadie puede negar es que ya terminada la revolución Villa y Obregón aún conservaban cierta rivalidad y esta misma rivalidad de ambos caudillos fue la que ha alimentado la versión que habla donde Obregón fue el autor intelectual de esta profanación.


Álvaro Obregón




Cazadores de Recompensas o Soldado Fortuna
El primer sospechoso de haber cometido el hurto fue el soldado fortuna estadounidense de nombre Emil ELewis Holmdalh que participó en la revolución mexicana, al no poder comprobársele nada quedó libre de toda culpa. También se cuenta de un tipo de cazador de recompensas que intentaba cobrar el dinero que anteriormente Los Estados Unidos ofrecía por la cabeza de Pancho Villa durante la expedición punitiva en 1916, este hombre desconocido tomó el mensaje muy literal creyendo que podía cobrar el dinero llevando literalmente la cabeza de Villa, al darse cuenta que la recompensa sobre la cabeza de Villa era de manera figurativa no le quedó de otra más que devolverla pero por miedo a ser descubierto optó por enterrarla en algún lugar de los alrededores, en más de alguna ocasión se intentó encontrar la cabeza de Villa  haciendo excavaciones en algunas zonas pero sin ningún éxito. 

Emil ELewis Holmdalh



Sociedad Skull & Bones
La última versión es más misteriosa e involucra a una sociedad secreta conocida como Skull and Bones (Calaveras y Huesos), se cuenta que los miembros de esta sociedad mandaron a hurtar la cabeza de Villa para su colección de cráneos que se conservan en la famosa universidad de Yale. La sociedad Skull & bones se creó en la universidad de Yale ubicada en la ciudad de New Haven en Los Estados Unidos en el año de 1832, para hacernos una idea de la magnitud de poder que alcanza esta orden secreta bastaría decir que se sabe con exactitud que varios presidentes de dicho país han formado parte de esta misteriosa orden. 

A esta sociedad se le ha acusado de haber robado el cráneo de algunos personajes legendarios como GerónimoMartin Van Buren y por último el de Francisco Villa, no se sabe a ciencia cierta si sólo se trata de un mito ni el uso que se les da a estos cráneos, pero sabiendo de las cosas que son capaces de hacer este tipo de sociedades para sus presuntos rituales todo indica que es muy probable que estas historias que se cuentan sean verídicas. 



Los miembros de esta sociedad acostumbran fotografiarse posando de cierta forma que se puede decir que es más con propósitos simbólicos que para conservar un simple retrato de recuerdo, en la fotografía aparecen  exactamente quince miembros de la sociedad de los cuales 12 de ellos se encuentran de pie en la parte de atrás mientras los otros tres se encuentran en la parte delantera, dos de ellos sentados al lado de una mesa mientras uno se encuentra precisamente atrás de la mesa donde se exhibe una calavera con dos huesos que sin duda alguna se tratan de de auténticos huesos humanos, en la parte trasera aparece un viejo reloj marcando  siempre las ocho y punto. Ya han transcurrido casi un siglo de aquellos acontecimiento y el misterio aun sigue vigente de lo que en realidad pasó con la cabeza del General Pancho Villa Hurtada aquella noche del 26 de febrero de 1926.

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