Kung-fusion ( 2004): Una constante lucha entre bondad y maldad

Kung Fu Hustle o también conocida como Kung Fusión es una cómica película de artes marciales y fantasía dirigida y protagonizada por Stephen Chow, más que una divertida película de lucha es una especie de metáfora de la constante batalla entre el bien y el mal en donde la bondad se convierte en el valor fundamental para reparar las malas decisiones de un joven que siente cierta inclinación por convertirse en un criminal. Su efectos especiales, su original banda sonora y su misma trama hicieron de esta cinta un éxito total en Hong Kong expandiéndose rápidamente hacia el resto del mundo.

La historia nos transporta a la década de 1940's cuando China se encuentra sumergida en una ola de violencia y de intranquilidad social en donde las organizaciones criminales se han apoderado de gran parte de la ciudad, una de las más temida es la pandilla del Hacha liderada por el hermano Sum y sólo en los barrios más pobres que carecen de interés para tales pandillas las personas pueden vivir en paz. El trama toma enfoque en Sing, un marginado joven que vaga por las calles de Hong Kong junto con su amigo Bone actuando como si fuesen criminales, un día tras llegar a un barrio conocido como la pocilga haciéndose pasar por miembros de la pandilla del hacha con la intención de chantajear y pedir soborno provocaron que el líder de la verdadera pandilla del hacha  tomara represalias en contra de las personas que tranquilamente vivían en esa vecindad, lo que no se imaginaban los pandilleros es que terminarían enfrentándose a grandes maestros del Kung Fu desencadenando una serie de acontecimientos violentos con el fin de tomar venganza en contra de aquellos luchadores de la pocilgas después de ser derrotados por ellos. 

Sing y su compañero Bone ahora se encuentran en graves problemas por la imprudencia de hacerse pasar por uno de los miembros de la pandilla pero fue la habilidad de Sing de abrir candados lo que le salvó la vida cuando estaban a punto de ser ejecutados, en ese momento la audacia de Sing hizo pedirle una oportunidad al hermano Sum de ser admitidos en su pandilla lo que el hermano Sum simplemente replicó que primero deberían de matar a alguien para formar parte de ellos.

El deseo y la obsesión de Sing por pertenecer al bando malo de la sociedad se remota hasta aquellos días de su infancia cuando persuadido por un vendedor ambulante le compra con todos sus ahorros el pergamino  del budismo de la palma creyendo que su destino era convertirse en un genio en el Kung Fu para mantener la paz mundial y castigar a los malos. Un día confiando en sus habilidades al creer que se había convertido en aquel genio del Kun Fu como se lo había dicho el vendedor todos sus ideales sobre hacer el bien y castigar al mal se derrumbaron después de haber sido humillado cuando intentaba defender a una indefensa niña de uno brabucones mientras querían robar su paleta, desde ese instante en su mente invadió la idea de que los buenos nunca ganaban y por ende ahora sólo quería convertirse en todo un criminal. 

Los diferentes acontecimientos que se iban presentando poco a poco fueron  influyendo en la mente de Sing para apreciar del verdadero valor de la bondad comprendiendo de una vez por toda que nunca es demasiado tarde para arrepentirse de sus actos pero no antes sin pagar las consecuencias de sus malas decisiones tras ser herido de gravedad por el temible peleador conocido como la bestia. Al igual que una oruga que sale de su capullo como un ser nuevo, de esta manera  al final el joven Sing emerge de su heridas como el gran peleador y maestro del Kung Fu como anteriormente se lo había predicho aquel vendedor del pergamino

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