Sofía Carlota Agusta (Sophie Charlotte Auguste) nació el 22 de febrero de 1847 ostentando el título de princesa, fue la penúltima hija del duque Maximiliano y la duquesa Ludovica de Baviera. Al igual que el resto de sus hermanos, la mayor parte de su infancia creció en un ambiente familiar cálido y cercano a la naturaleza en el castillo de Possenhofen. A diferencia de su hermana mayor Isabel (Sissi), Sofía Carlota era más reservada y menos dada a las extravagancias enfocando su tiempo libre a la música y el canto.
Después de la boda de su hermana Matilde con el príncipe napolitano en 1861, la madre de Sofía Carlota enseguida se propuso buscar un partido adecuado para ella. Su relación con el rey Luis II de Baviera parecía ser el desenlace ideal para Sofía. No obstante, el rey, conocido por su carácter inestable, canceló todo compromiso de boda en 1867, esto puso fin a las esperanzas de un matrimonio real para la joven princesa. Se rumoreaba que Sofía había desarrollado una profunda conexión con el fotógrafo de la corte, Edgar Hanfstaeng, provocando un cambio repentino de planes a último momento de parte del Luis II. Después de haber rechazado varias propuestas de matrimonio, finalmente, a los 21 años de edad se casó con el príncipe francés Fernando Felipe María de Orleans, la pareja tuvo solo dos hijos (Luisa y Manuel).
Tras la muerte de su antiguo prometido, el rey Luis II de Baviera en 1886, Sofia Carlota cayó en una profunda depresión y empezaba a mostrar síntomas de delirio. A los 40 años de edad, en su búsqueda de ayuda psiquiátrica para su problema fue como se enamoró del médico Glaser. Ambos se encontraban formalmente casados y su efímera aventura se vio frustrada cuando fueron descubierto y posteriormente separados para siempre. La vida de Sofía Carlota tuvo un final trágico, en 1897 asistió a un bazar de caridad en París cuando se desató un incendio del cual no pudo escapar dando prioridad a las vidas de los niños. Su muerte conmocionó a la sociedad parisina y generó una gran conmoción en toda Europa. Su cuerpo fue sepultado en Francia en la capilla real de San Luis de Dreux.
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