María de Teck (Victoria Mary Augusta Louise Olga Pauline Claudine Agnes) nació el 26 de mayo de 1867 en Londres dentro del palacio de Kensington, fue la hija primogénita de María Adelaida de Cambridge y Francisco de Teck. María descendía de una familia aristocrática alemana, pero creció en Gran Bretaña gracias al matrimonio de sus padres. Su infancia transcurrió en un ambiente real, rodeada de la corte británica. Fue bautizada en la Capilla Real del Palacio de Kensington el 27 de julio de 1867. Su familia ocupaba un lugar relativamente modesto dentro de la familia real británica, su padre carecía de una fortuna sustancial y ostentaba el título menor de Alteza Serenísima debido a su matrimonio morganático, todo esto limitaba considerablemente el estatus de su familia.
María de Teck recibió una educación rigurosa en casa, bajo la supervisión de propia madre. Como hija mayor, asumió responsabilidades en el cuidado de sus hermanos menores y compartió momentos especiales con sus primos, los futuros reyes. A pesar de la estrictez de su formación, su madre dedicaba mucho tiempo a sus hijos, lo cual era inusual en la aristocracia de la época. El 6 de julio de 1893, María contrajo matrimonio con el príncipe Jorge, duque de York, heredero al trono británico. La pareja tuvo seis hijos (Eduardo VIII, Jorge VI, María, Enrique, Jorge y Juan). Tras el fallecimiento del rey Eduardo VII en 1910, Jorge ascendió al trono y María se convirtió en Reina Consorte de la Gran Bretaña e Irlanda y emperatriz de la India. Su reinado coincidió con una época de significantes cambios y desafíos para su reinado, incluyendo la Primera Guerra Mundial. María desempeñó un papel fundamental en la vida pública, ofreciendo apoyo a su esposo y al país durante estos difíciles momentos. Como reina consorte, María se destacó por su sentido del deber, su elegancia y su gran interés por las artes y la cultura. Fue una figura muy popular entre el pueblo británico y fue admirada por su dedicación a la familia y a la Corona.
La muerte de Jorge V en 1936 marcó un antes y un después en la vida de María de Teck. Al quedar viuda Asumió el título de Reina Madre, aunque siempre prefirió ser llamada simplemente Su "Majestad la Reina María". María de Teck dedicó gran parte de su vida a coleccionar arte y joyas, especialmente aquellas vinculadas a otras dinastías reales. Gracias a su pasión, actualmente la colección de la Corona Británica alberga importantes piezas que pertenecieron a figuras tan emblemáticas como la emperatriz rusa María Feodorovna, madre de Nicolás II. Además, adquirió un gran número de esmeraldas que habían sido propiedad de Lady Kilmory, nuera de su hermano, el Príncipe Franz. Bajo su liderazgo, se realizó un exhaustivo inventario de las posesiones artísticas de la familia real, lo que permitió descubrir numerosas obras maestras hasta entonces desconocidas. Finalmente María de Teck Falleció el 24 de marzo de 1953 en Marlborough House a los 85 años, víctima de cáncer de pulmón. Fue sepultada en la capilla de San Jorge, Castillo de Windsor. Su legado como reina consorte y como figura pública sigue siendo recordado hasta el día de hoy.
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