La Navidad que se ha perdido en México

La Navidad en México ha experimentado un radical cambio en las últimas décadas en donde poco a poco, se ha estado alejándose de las tradiciones arraigadas y adoptando costumbres más globalizadas. Esta evolución plantea interrogantes sobre la pérdida de identidad cultural y la mercantilización de las festividades decembrinas en el país. En tiempos pasado, la Navidad en México no solo se limitaba al 25 de diciembre. La festividad comenzaba con las tradicional Posada, una serie que constaba de nueve noches de procesiones que recreaban el peregrinaje de María y José. Durante esta practica, las personas aprovechaba el momento para reunirse, cantar villancicos, romper piñatas y disfrutar de bebidas tradicionales como el ponche y los buñuelos bajo una atmosfera familiar y comunitaria.

La televisión, el cine y sobre todo la publicidad, sirvieron para mostrar a los mexicanos nuevas formas de celebrar la Navidad. Esta influencia generó un significante desplazamiento de las tradiciones locales y debilitó de alguna manera el sentido de identidad cultural que antes se vivía. Uno de los aspectos más dolorosos de esta transformación es la desaparición de las tradicionales Posadas en muchas partes del país. Lo que antes era una tradición comunitaria en la que los vecinos participaban activamente, actualmente ha perdido importancia en las grandes ciudades. Las posadas han sido reemplazadas por reuniones más privadas y en ocasiones, por fiestas donde el consumo de alcohol y la música popular sustituyen la esencia religiosa y familiar de la festividad. La Navidad en México es un reflejo de nuestra historia, cultura y sociedad. Al recuperar nuestras tradiciones y adaptándolas a los tiempos actuales, podemos enriquecer nuestras vidas y fortalecer nuestros lazos comunitarios. La navidad que con el pasar de las décadas se ha perdido, ha dejado una imborrable estela de nostalgia por aquellas tradiciones que las hacía únicas.



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