Sofía María Victoria (Sophie Marie Viktoria) mejor conocida como Victoria de Baden, nació el 7 de agosto de 1862 en Karlsruhe, en el gran ducado Baden. Fue la segunda de los hijos de la princesa Luisa María de Prusia y del gran duque Federico I de Baden. La princesa creció en el castillo de Karlsruhe junto con sus hermanos Federico y Luis Guillermo. Durante los veranos, la familia se trasladaba a su palacio en la isla de Mainau. A lo largo del año, visitaban periódicamente al Emperador y la Emperatriz de Alemania en Berlín. Además, la familia disfrutaba de realizar viajes ocasionales al sur de Francia, Suiza y diversos balnearios ingleses. Recibió una rigurosa y selecta educación en el palacio de Karlsruhe, donde institutrices y profesores particulares le impartieron clases junto con otras quince niñas de la alta aristocracia. Su formación, acorde a su rango, se centró en las artes, la música e idiomas, su dominio en el piano era asombrosa, también mostró talento para la fotografía y la pintura, además del Alemán, era capaz de hablar con fluidez el francés y el inglés.
A los 18 años de edad contrajo matrimonio con el príncipe heredero Gustavo V de Suecia y Noruega, la boda fue celebrada el 20 de septiembre de 1881 en Karlsruhe. Su enlace en su momento se consideró una señal de que Suecia pertenecía a la esfera de influencia alemana en Europa. Una vez concluidas la celebraciones nupciales, se dirigieron hacia Suecia, el 1 de octubre 1881 recibieron una majestuosa bienvenida en Estocolmo. La pareja se estableció en el Palacio Real de Estocolmo, específicamente en el piso que, con el tiempo, sería conocido como el apartamento de la Princesa Sibila, en homenaje a la madre del actual monarca sueco, el Rey Carlos XVI de Suecia. Después de estos acontecimientos, la pareja viajó a algunas ciudades de Alemania, donde visitaron a los padres de Victoria, de igual manera se reunieron con otros miembros de la familia en Neuwied y Berlín. Después, se trasladaron a Dinamarca, donde tuvieron la oportunidad de conocer a la prima de Gustavo, la princesa heredera Luisa de Dinamarca, y para finalizar su recorrido, en febrero y marzo de 1882, los recién casados visitaron Oslo, la capital de Noruega.
Victoria fue una figura activa en la sociedad, destacándose por organizar diversas exposiciones de arte en Estocolmo y por su constante participación en diferentes obras de caridad. Además, la Princesa Heredera intentó introducir costumbres y tradiciones alemanas en la corte real sueca, aunque esta iniciativa encontró la oposición del Rey. En 1882 nació su primer hijo a quien nombraron Gustavo, casi dos años después le seguiría su hijo Guillermo y por último Erik, quien nació en abril de 1889. A pesar de la aceptación y popularidad de su enlace, se llegaba a rumorar que su matrimonio no había tenido éxito en cuestión de felicidad. En 1890, en un intento de consolidar su relación, la pareja realizó un viaje hacia Egipto, el cual se cuenta que resultó totalmente infructuoso para dicho propósito. Se contaba que el fracaso de la unión se debía a que victoria había desarrollado un interés en un cortesano, pero nada esto se ha comprobado. Durante este viaje, Victoria aprovecharía su afición por la fotografía para realizar obras fotográficas de excelente calidad.
Desde 1892, Axel Munthe se había convertido en su médico personal y por cuestiones de salud fue él quien le recomendó pasar los inviernos en la isla de Capri debido a su clima favorable. En el otoño de 1901, Victoria viajó a Capri exactamente como se lo había recomendado su médico. Desde ese entonces, todo los años (a excepción del periodo de la primera guerra mundial y los dos últimos años de su vida) regresaba a la isla donde permanecía por varios meses, hasta que finalmente decidió comprar su propia casa de Campo en dicho lugar. Tras la muerte de su suegro el 8 de diciembre de 1907, su esposo ascendió al trono, y por ende, Victoria se convirtió en la reina consorte de Suecia. Al año siguiente, la pareja real recibió la visita de numerosos miembros de la realeza europea, entre ellos el rey Eduardo VII de Gran Bretaña, la reina Alejandra de Dinamarca y su hija, la princesa Victoria. Junto a su esposo, Victoria realizó importantes viajes oficiales a diferentes capitales europeas como Londres, París, Berlín y Viena. En 1913, aceptaron la invitación del rey Víctor Manuel III y la reina Elena de Italia para visitar dicho país. La reina Victoria también participó en reuniones informales con representantes de los partidos políticos suecos. Durante el tiempo Primera Guerra Mundial, realizó cuatro viajes a Alemania para visitar a su madre, la gran duquesa viuda de Baden.
El 20 de septiembre de 1918, coincidiendo exactamente con el aniversario de su matrimonio, la reina Victoria sufrió una lamentable perdida, la muerte de su hijo Erik, victima de la devastadora gripe española, y en señal de duelo, se declaró un período de luto oficial de seis meses. A lo largo de su vida, Victoria sufrió de una salud delicada, que posiblemente fue agravada por inadecuados tratamientos médicos durante su juventud. Durante sus embarazos, fue tratada con mercurio y medicamentos fuertes, lo que pudo haber contribuido a sus enfermedades crónicas, como la bronquitis. A causa de que el clima sueco no se consideraba nada beneficioso para ella, Victoria pasaba largas temporadas en el extranjero. Durante la última década de su existencia, su presencia en Suecia fue particularmente escasa. No obstante, participó en algunas visitas oficiales. En 1921 realizó un recorrido por Nordland, en 1924 visitó la provincia de Dalarna, y en 1925 hizo su última aparición oficial como reina en un viaje a Finlandia. Su última visita a Suecia tuvo lugar en junio de 1928, con motivo del septuagésimo cumpleaños de su esposo. el rey Gustavo V de Suecia, sin embargo, durante aquella visita no hizo ninguna aparición pública. En la etapa final de su vida, y con una salud poco favorable, por recomendación de su propio médico, abandonó su residencia en Capri y regresó temporalmente a Suecia, lugar donde mandó construir una villa inspirada en el estilo arquitectónico de Capri. Después de un tiempo, se trasladó a Roma donde finalmente falleció de un paro cardiaco el 4 de abril de 1930 en su residencia, Villa Svezia, a la edad de 67 años, sus restos fueron enterrados en la Iglesia de Riddarholmen, en Suecia, País donde reinó durante más de dos década.
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